viernes, 25 de julio de 2008

LOS CHICOS DE LA CALLE


Los niños de la calle

son sólo ángeles,

caídos en la tierra

donde quiera,

llevando como insignia

y por bandera

dos manos que son gemas

pedigüeñas.

Se ríen con descaro

si se juntan,

y cuando están solos

se avergüenzan,

de sus bocas infantiles

salen crudas

las palabras aprendidas

sin maestras.

Sus piecitos van rodando

sin destinos

no hay control en sus caminos

sin fronteras,

y no saben de ambiciones

ni de metas...

el rencor llena sus vidas

y rebeldes la palean.

Sociedad que se molesta

si estos niños la codean,

¿a quién deberá culparse

por sus mísera existencias,

Si nacieron y ya están,

y tienen almas pequeñas,

sufren, lloran, ríen, cantan

y también, a veces, sueñan.

Si tan sólo rescatáramos

a alguno

y cambiar su cruel destino

se pudiera.

Si tratamos de sacarlo

de la calle,

y le damos con cariño

alguna meta.

Por cada niño así recuperado

la Bendición del cielo

nos cubriera...

Que los niños son de Dios

y aún en la calle

hay que ampararlos

y es de todos la proeza.

No dejemos de luchar

por esas vidas...

comprendamos y amparemos

su inocencia.

Y ayudemos a sacarlos

del peligro

que la calle los envuelve

con la droga y el delito;

fríos, sucios,

mal comidos;

soportando sin clemencia

sus destinos.



Nadia Soledad Lordó

Publicado en la Antología: “Ángeles o Poetas” 1996

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